Nacimiento
y desarrollo físico en los primeros tres años.
El
trabajo de parto es un buen término para denominar el acto de nacimiento,
acontecimiento difícil para la madre y él bebe. Lo que incita el trabajo de
parto es una sucesión de cambios uterinos, cervicales y otros, llamado
parición, que de ordinario comienza unas dos semanas antes del parto, cuando
las concentraciones del estrógeno se elevan de manera abrupta, lo que estimula
contracciones del útero y que el cuello de la matriz flexibiliza. En ocasiones
una mujer puede sentir contracciones falsas en los últimos meses del embarazo o
incluso ya en el segundo trimestre, cuando los músculos del útero se tensan has
dos minutos. El trabajo de parto tiene lugar en tres etapas superpuestas. La
primera etapa que es la más larga, en la madre primeriza dura de 12 a 14 horas.
En la segunda, que por lo regular dura una o dos horas, las contradicciones se
hacen más fuertes y frecuentes. Al final de esta etapa, nace él bebe; pero
todavía está unido a la placenta de su madre por el cordón umbilical, que hay
que cortar y sujetar. En la tercera etapa, que dura de 10 a 60 minutos, la
madre expulsa la placenta y el resto del cordón umbilical. Mediante monitoreo
electrónico del feto se escucha el pulso del feto durante el trabajo de parto y
para saber cómo responden al estrés de las contracciones uterinas. La cesárea
es una alternativa que consiste en sacar al bebe del útero a través de un incisión
en el abdomen de la madre. El parto por cesárea implica graves riesgos para la
madre, como hemorragia. Infección, daño a los órganos pélvicos y dolor
posoperatorio. También priva al bebe de importantes beneficios del nacimiento
normal: la oleada de hormonas que limpia los pulmones de exceso de líquido,
moviliza los nutrientes acumulados para alimentar a las células y enviar sangre
al corazón y al encéfalo. En la actualidad, si una mujer se somete a una
cesárea, es probable que 90% de sus siguientes partos también se lleven a cabo
de esa manera.
La anestesia general,
sumerge a la mujer en la inconciencia y acrecienta los riesgos para ella y él
bebe, casi nunca se usa, ni siquiera en las cesáreas. La anestesia regional,
que se inyecta en un espacio de la columna, entre las vértebras de la región
lumbar, bloquea rutas nerviosas que llevan la sensación de dolor al encéfalo.
Los niños son un poco más largos y pesan más que las niñas y es probable que un
primerizo pese menos al nacer que hijos de partos subsecuentes. Al principio,
la cabeza del neonato se ve grande y deforme, debido al acomodamiento que
genera el paso por la pelvis de la madre. Un neonato, sobre todo si es
prematuro, también puede tener inflamos los genitales. Casi todos los bebes
empiezan a respirar en cuento son expuestos al aire. Si uno de ellos no respira
en cinco minutos, puede sufrir daños cerebrales permanentes por anoxia (falta
de oxígeno) o hipoxia (reducción de oxígeno). Los primeros minutos, días y
semanas después del nacimiento son cruciales para el desarrollo. Es importante
saber cuánto antes si él bebe tiene algún problema que requiera cuidados
especiales.
Casi todos los bebes duermen
alrededor de 75% de su tiempo – pero se despiertan para comer cada tres o
cuatro horas, incluso de noche-. Los niños de muy bajo peso al nacer tienen
casi 100 veces más probabilidades de morir durante el primer año que los niños
de peso normal. Un
bebé de bajo peso al nacer o prematuro se coloca en una incubadora y es
alimentado por tubos. El síndrome de insuficiencia respiratoria es común en los
bebés prematuros que no tienen una cantidad suficiente de una sustancia
esencial que cubre los pulmones, llamada surfactante, que impide que los
alveolos se colapsen. Estos bebés respiran de manera irregular o dejan de
respirar. Aun si los bebés de bajo peso sobreviven a los peligrosos primeros
días, todavía subsisten preocupaciones por su futuro. Cuanto menos pesen los
niños al nacer, más bajo es su CI y sus calificaciones en las pruebas de
aprovechamiento y más probable es que necesiten educación especial o que
reprueben años escolares. Los niños que nacieron con muy bajo peso tiene más
problemas conductuales y mentales que los de peso normal. Los factores
ambientales también influyen. El mortinato, la muerte de un feto a partir de la
vigésima semana de gestación, es una trágica unión de contrarios: nacimiento y
muerte. Los niños corren más riesgo de morir que las niñas. Las principales
causas de muerte neonatal en el mundo son parto prematuro, sepsis o neumonía y
asfixia al nacer. El síndrome de muerte
infantil súbita, llamado a veces muerte de cuna, es la muerte repentina de un
niño de menos de un año por causa que no puede explicarse aun después de una
investigación exhaustiva con autopsia incluida. Los médicos recomiendan que los
infantes no duerman en superficies blandas, como almohadas, colchas o piel de
ovejas, ni bajo mantas sueltas que, sobre todo si el niño esta boca abajo.
Podría aumentar el riesgo de que se acalore o que respire su propio dióxido de
carbono exhalado.
Algunos padres dudan de
vacunar a sus hijos porque especulan que ciertas vacunas pueden causar autismo
u otros trastornos de neurodesarrollo. Algunos piensan que demasiadas vacunas
pueden debilitar el sistema inmune de sus hijos, pero, en realidad, ocurre lo
contrario. Tantas vacunas refuerzan el sistema inmune en contra de diversas
bacterias y virus y reducen las infecciones relacionadas. Como antes de nacer,
el crecimiento y desarrollo físico siguen el principio cefalocaudal: el crecimiento
ocurre de arriba abajo; y el principio proximodistal: de dentro hacia fuera, el
crecimiento y desarrollo motriz proceden del centro del cuerpo hacia afuera. Los
niños crecen más deprisa durante los primeros tres años en particular, en los
primeros meses. A los tres años, están en su lugar los 20 dientes primarios,
los de leche y ya los niños pueden masticar cualquier comida.
Los genes que hereda el niño tienen una
enorme influencia en que sea alto o bajo, delgado o grueso o alto intermedio.
Esta influencia genética interactúa con influencias ambientales como la
nutrición y las condiciones de vida. Alimentar
a un bebe es una acto emociona, además de físico. Hay que empezar a amamantar
inmediatamente después del nacimiento y se debe continuar durante por lo menos
un año o más si la madre y el niño lo quieren. Los expertos pediatras
recomiendan que se introduzcan de manera paulatina durante el segundo y tercer
años alimentos sólidos ricos en hierro, dieta que debe empezar con cereales. El
crecimiento del encéfalo es un proceso vitalicio y fundamental para el
desarrollo físico, cognoscitivo y emocional. El cerebro es la parte más grande
del encéfalo, está dividido en dos mitades, o hemisferios, izquierdo y derecho,
cada uno con funciones especializadas. Esta especialización de los hemisferios
se llama lateralización. El hemisferio izquierdo se ocupa principalmente del
lenguaje y el razonamiento lógico, mientras que el hemisferio derecho está
dedicado a las funciones visuales y espaciales. Una gruesa banda de tejido, el
cuerpo calloso, uno los dos hemisferios para que intercambien información y se
coordinen las órdenes. El encéfalo está
compuesto por neuronas y células gliales. Las neuronas, las celular nerviosas,
envían y reciben información. Las glías, o células gliales, nutren y protegen a
las neuronas. Se calcula que los infantes humanos tienen 27 reflejos
principales, muchos presentes durante el alumbramiento a poco después; los
reflejos primitivos se relacionan con necesidades instintivas de supervivencia
y protección del niño o mantiene el vínculo original con quien lo cuida; los
reflejos locomotrices, como el de marchar o el neonato, se parecen a
movimientos voluntarios que, sin embargo no aparecen sino meses después de que
los reflejos hayan desaparecido. Aunque el desarrollo inicial del encéfalo está
marcado por la genética, de forma continua la modifican las experiencias positivas
y negativas del ambiente. La plasticidad permite aprender, sería un mecanismo
evolutivo para adaptarse a los cambios de entorno, dura toda la vida pues las
neuronas cambian de forma y tamaño en respuesta a las experiencias del
ambiente. El tacto es el primer sentido que desarrolla y durante los primeros
meses es el sistema sensorial más maduro. Los sentidos del olfato y el gusto
también comienzan a desarrollarse en el útero. También la audición es funcional
antes del nacimiento. El feto responde a los sonidos y parece que aprende a
reconocerlos. La vista es el sentido menos desarrollado en momento del
nacimiento, quizá porque no hay mucho que ver en el útero. No es necesario
enseñar a los bebés las habilidades motrices básicas de prensar, gatear o caminar,
solo necesitan espacio para moverse y libertad para investigar lo que pueden
hacer. Primero, los bebes aprenden habilidades simples y luego las combinan en
sistemas de acción cada vez más complejos. La precepción sensorial permite a
los niños aprender sobre ellos y su ambiente, lo que les permite hacer mejores
juicios sobre como circular.
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