Navarrete
Romo Citlalli Alejandra
Reporte
7, Tema: Iván Illich.
28 de
febrero del 2014
Ø Trabajador
incansable, políglota, cosmopolita, sus ideas, ya fueran sobre la Iglesia y sus
cambios, la cultura y la educación, la medicina o el transporte en las sociedades
modernas, generaron controversias que acabaron transformándolo en uno de los
personajes de su época. De hecho, para los educadores, Illich es el
padre de la educación desescolarizada, el autor que condena de manera
irreductible[1]
el sistema escolar y las escuelas caracterizándolas como una de las múltiples
instituciones públicas que ejercen funciones anacrónicas[2] que no se ajustan a la
velocidad de los cambios y sólo sirven para dar estabilidad y proteger la
estructura de la sociedad que las produjo. Ex sacerdote, Iván Illich,
nacido en Viena el año l926, estudió en las Escuelas Pías desde 1931 a 1941.
Illich
insistía en que la esencia del programa consistía en desarrollar la habilidad
de percibir el significado de las cosas en la gente proveniente de culturas
diversas. Pág. 1
Ø Al
mismo tiempo, como una forma de continuar profundizando en el desarrollo y
fortalecimiento de las relaciones interculturales, Illich fundó, en 1961, el
Centro Intercultural de Documentación (CIDOC) en la ciudad de Cuernavaca,
México. A la larga, sin embargo, acabó transformándose en un centro para-
académico donde, además, se ponían en práctica las ideas de Illich sobre la
educación desescolarizada. Desde el año de su creación hasta
mediados de los 70, el CIDOC fue un lugar de encuentro para muchos
intelectuales americanos y latinoamericanos dedicados a la reflexión sobre la
educación y la cultura. Allí se impartían cursos de español y se organizaban
talleres sobre temas sociales y políticos. Ocupados en la búsqueda de
oportunidades educativas para transformar cada momento de la vida en un momento
de aprendizaje, generalmente al margen del aparato escolar. Sus
opiniones acerca de la necesidad de liberar a la Iglesia de la burocracia y de
la desescolarización de la sociedad pronto hicieron del CIDOC un centro de
controversia eclesiástica, por lo que Illich secularizó[3] el Centro en l968 y
abandonó su carrera sacerdotal en l969. Posteriormente cambia de
perspectiva, pasando del análisis de los efectos de la escolarización sobre la
sociedad al de los problemas institucionales en las sociedades modernas. Illich
formula una violenta crítica a la escuela pública por su centralización, su
burocracia interna, su rigidez y, sobre todo, por las desigualdades que
encubre. Más tarde, estas ideas iniciales serán elaboradas con mayor profundidad
y publicadas en el libro titulado En América Latina, ¿para qué sirve la
escuela? (1973). Pág.2
Ø El
propio Illich consigna esto cuando señala, en la introducción de La educación
desescolarizada, que debe a Everett Reimer el interés que tiene por la
educación pública agregando que, “hasta el día de 1958 en que nos conocimos en
Puerto Rico, jamás había puesto en duda el valor de hacer obligatoria la
escuela para todos. Conjuntamente hemos llegado a percatarnos que, para la
mayoría de los seres humanos, el derecho a aprender se ve restringido por la
obligación de asistir a la escuela”. Illich sostiene que la
escuela enseña que el resultado de la asistencia es un aprendizaje valioso, que
el valor del aprendizaje aumenta con la cantidad de información de entrada y
que este valor puede medirse y documentarse mediante grados y diplomas. Que
la mayor parte del aprendizaje no es consecuencia de la instrucción, sino el
resultado de una participación de los educandos en el contexto de un entorno
significativo y, sin embargo, la escuela les hace identificar su desarrollo
cognitivo personal con una programación y manipulación complicadas. Pág. 3
Ø Al
hablar de consumo, Illich habla también de producción y crecimiento. Y
relaciona estos factores con la carrera por las calificaciones, los diplomas y
los certificados, ya que cuanto mayor es la proporción de calificaciones
educativas, mayores son las posibilidades de acceder a mejores ocupaciones en
el mercado laboral. Se enseña a los estudiantes-alumnos a ajustar sus deseos a
los valores comercializables sin que, en este circuito de progreso eterno,
pueda conducir jamás a la madurez. Illich concluye señalando
que la escuela no es la única institución moderna cuya finalidad primaria es
moldear la visión de la realidad en el hombre. “La escolaridad, la
producción del saber, el marketing del saber, que es lo que constituye la
escuela, lleva a la sociedad a la trampa de pensar que el saber es higiénico,
blanco, respetable, desorodificado, producido por las cabezas humanas y
acumulado como stock. A mí me interesa mucho más analizar cuál es
el impacto oculto de la estructura escolar sobre una sociedad; y este impacto
veo que es igual o tiende a ser igual, para ser más precisos. No importa la
estructura del currículum explícito, no importa si la escuela es pública, si
existe en un Estado de monopolio de escuela pública, o en un Estado en el que
se tolera o hasta se fomentan las escuelas privadas. Pág.4
Ø En
los dos últimos escritos el autor plantea que, así como la escuela “deseduca”,
la medicina institucionalizada ha llegado a constituirse en un grave problema
para la salud. En la convivencialidad, propone
una teoría acerca de los límites de crecimiento de las sociedades industrializadas
y plantea una nueva posibilidad de organización de las mismas a las que se
llega, a
través de un nuevo concepto del trabajo y una “desprofesionalización” de las
relaciones sociales en las cuales la educación y la escuela no se encuentran
ausentes. Y agrega, “convivencial es la sociedad en que el hombre
controla la herramienta”. Lo que Illich propone es la existencia
de un equilibrio entre aquellas instituciones que generan demandas que pueden
ser satisfechas por ellas mismas y las instituciones que apuntan a satisfacer
el desarrollo y la realización de las personas. . En toda sociedad
hay dos formas de realizar fines específicos, como la locomoción, la
comunicación entre la gente, la salud, el aprendizaje. Uno, que llamo autónomo,
y otro, que llamo heterónomo. En el modo autónomo, yo me muevo. En el
heterónomo, se me encierra en un asiento para transportarme. En el modo
autónomo, yo me curo y tú me asistes en mi parálisis y yo te asisto en tu
parto. Pág. 5
Ø Es
importante destacar que Illich no ataca un sistema o un régimen político
determinado, sino el modo de producción industrial y las consecuencias que éste
acarrea para la humanidad. . A todos preocupa por igual la calidad
y pertinencia de los aprendizajes adquiridos dentro o fuera del aparato escolar
y para nadie es un misterio que escuela y educación están lejos de haberse
adaptado a la velocidad de los cambios científicos y tecnológicos, así como a
las necesidades más inmediatas de las personas que requieren de ella para
desenvolverse en el mundo actual. De hecho, la búsqueda de soluciones a estos
problemas ya no está sólo en manos de los países desarrollados y en esto Illich
tenía mucho de razón. Pág.6
Ø Lo
que en este caso preocupa a Illich, como a otros educadores de la época, no es
la práctica pedagógica en sí, sino el impacto de la escolarización sobre la
sociedad y la forma de promover una educación que “se pregunte en qué
condiciones puede florecer la curiosidad de las personas”. A
este interrogante responde argumentando que un buen sistema educacional debería
tener tres objetivos. El primero, proporcionar a todos aquellos que lo deseen
el acceso a recursos educacionales disponibles en cualquier momento de sus
vidas. Segundo, dotar a todos los que quieran compartir lo que saben del poder
de encontrar a quienes quieran aprender de ellos y, tercero, dar a todo aquel
que quiera presentar al público un tema de debate la oportunidad de dar a
conocer sus argumentos. Recursos necesarios para el aprendizaje
efectivo: A la primera la denomina “servicios de referencia de objetos
educativos”. Entre algunos ejemplos menciona las bibliotecas, laboratorios y
salas de exposición como museos y teatros. A la segunda la denomina
“catastro de actividades” y es la que permitiría a las personas establecer una
lista de sus habilidades y competencias. Como tercera trama, Illich propone el
“servicio de búsqueda al compañero”, entendida como una red de comunicaciones
que permita a las personas describir la actividad de aprendizaje a la que desea
dedicarse para así hallar un compañero junto al cual iniciar su desarrollo. Por
último, Illich propone una cuarta trama a la que denomina “servicios de
referencia respecto de educadores independientes” y que consiste en un catálogo
que indique las direcciones y descripciones, hechas por ellos mismos, de
profesionales, para profesionales e independientes, juntamente con las
condiciones de acceso a sus servicios. Pág.7
Ø Por
otra parte, en sus escritos, Illich trabajó básicamente sobre intuiciones, sin
que haya mayores referencias a la experiencia acumulada en el campo de las
teorías socioeducativas o del aprendizaje. Su crítica surge y se desarrolla en
un vacío teórico, lo que puede explicar la poca validez que se atribuye a su
concepción y a su propuesta educativa en la actualidad. Esto
no obsta, sin embargo, para reconocer que Illich fue uno de los pensadores de
la educación que contribuyó a dinamizar el debate educativo de los años 60 y
sentó precedentes para pensar una escuela más atenta a las necesidades de su
entorno, a la realidad de sus alumnos y al aprendizaje efectivo de contenidos
educativos relevantes para la vida en sociedad.
Conclusión:
Padre
de la educación desescolarizada, se refiere a la creencia de que las escuelas y
otras instituciones de enseñanza son incapaces de proporcionar la mejor
educación posible para algunas o la mayoría de las personas. Esto se basa en la
creencia de que la mayoría de las personas aprenden mejor por sí mismos, fuera
de un entorno institucional, a un ritmo más auto determinada. Desgraciadamente
la educación está manipulada, formando mentes que interrumpen la creatividad
formándonos así para ser empleados y no empleadores. Lo que si veo es que debe
haber una gran disciplina en el hogar y un enfoque real en los estudios. Indica
que hay personas autónomas, personas independientes, que trabajan por su propia
cuenta; por otro lado menciona el heterónomo, estas personas están sujetas a un
poder externo o ajeno que impide el desarrollo de su voluntad y naturaleza. Illich
creo que trataba de buscarle el objetivo a la educación, y buscaba la manera de
que fuera más completa, con recursos como las bibliotecas, los talleres, entre
otras cosas. Se habla del aprendizaje y vemos de varias perspectivas, la
primera en la escuela como mide a basa de diplomas, etc. Pero nos marca que el
aprendizaje no necesita manipulación de terceras personas, ya que este lo
obtenemos mediante el entorno. Para el los valores que funde la escuela se
pueden medir, por otro lado el desarrollo personal, no es medible con base a
los patrones; las personas que permiten ser medidas, al final siguen ese mismo
patrón. Cuando eres o tienes más preparación puedes tener acceso a
posibilidades mejores que los que tienen menos calificaciones que tú, esto se
asocia con la producción que para Illich era un mito de las sociedades
consumidoras. Creo que para Illich, la escuela era el principal factor en donde
al alumno se le obligaba a sobresalir ya que es el único medio para lograr
tener puestos importantes, esto sin dejar de un lado el entorno familiar,
social, los medios de comunicación, etc.