viernes, 21 de marzo de 2014

UNIPAC - Celestin Freinet

Navarrete Romo Citlalli Alejandra
Reporte 1, Tema: Celestin. Freinet
15  de febrero del 2014





Ø  La pedagogía Freinet entraña, entre otros, dos importantes factores renovadores. El primero de ellos hace referencia a la teoría psicológica subyacente a la práctica pedagógica; el segundo, se refiere a la práctica en sí misma. Con la pedagogía Freinet se ha avanzado no solo por las técnicas modernas y eficientes que aporta, sino también porque comporta una reconsideración de la psicología tradicional, excesivamente analítica y centrada en el inmovilismo, de la acción, una psicología más dialéctica y más humana del niño y de sus capacidades. Pero por encima de todo lo demás, lo importante para Freinet es la práctica pedagógica.     Pág. 89
Ø  De este modo, la pedagogía se ocupa no tanto de formar a los hombres cuando de analizar los métodos susceptibles de permitir y facilitar la adquisición de mayor cantidad de saber; la escuela no da educación, pero impone grandes cantidades de instrucción y siempre más a medida que aumentan las necesidades de la concurrencia capitalista. Una de las mayores taras de la enseñanza concebida desde el punto de vista capitalista es la de pretender separar la educación de la vida, aislar la escuela de los hechos sociales y políticos que la determinan y condicionan.           Pág. 92
Ø  Nadie duda de que la acción pedagógica es necesariamente, acción social y en consecuencia, acción política. Es importante que el educador tome conciencia de que la escuela actual no es sino un engranaje de la función de formación – o, como apunta Freinet, de deformación – del individuo.           Pág. 93
Ø  Pero, desgraciadamente, la educación postulada por Freinet – y no solo por él, evidentemente – presupone la realización de unas determinadas condiciones materiales y sociales, sin las que perderá efectividad el esfuerzo del renovador. Y aquí el poder capitalista sigue controlando la situación: la sobrecarga de las clases es un sabotaje a la educación. Con cuarenta o cincuenta alumnos no hay método que valga. Sin unas condiciones favorables no puede haber pedagogía. No hay educación ideal, no hay más que educaciones de clase.            Pág. 94
Ø  Como es evidente, esta concepción de la vida es fundamentalmente dinámica; Freinet toma la vida en su movimiento y considera al niño en su plena mutualidad, como el mismo lo expresa, la vida no es un estado, sino un transcurso y este transcurso es el que, latente en la nueva concepción psicopedagógica del niño y su educación, debe influir y orientar la nueva pedagogía.    Pág. 95
Ø  Según la imagen de Freinet, la vida es un torrente al que el educador no puede oponerse, sino en cuyo sentido y a cuyo ritmo es necesario trabajar. De esto modo, la educación nueva y popular pretende tan solo seguir los pasos de la vida, adaptarse a ella para suscitar sus valores más ricos, capaces de desarrollar la personalidad del niño, preparadora al máximo para el futuro. La solución a estos problemas no puede hallarse por vía de la inhibición, la pasividad, la abstención y la represión, sino por la acción decidida y firma a favor de la corriente vital del individuo. Los niños que se benefician de técnicas basadas en la vida quieren hacerlo siempre mejor, ir más aprisa más adelante, y es que el potencial de la vida del ser humano tiene de extraordinario el hecho de que la marcha hacia adelante, lejos de gastarlo es para el oportunidad de exaltación. Está claro, por tanto, que la escuela tiene que ir al encuentro de la vida para servirla y basándose en ella, dar un dinamismo y una motivación a la educación.           Pág. 96
Ø  Si la escuela contra la vida es fundamentalmente una escuela centrada en el adulto, la escuela por la vida y para la vida se centra en el niño y su verdadera educación. Toda pedagogía que no parte del educando es un fracaso, para él y para sus necesidades y aspiraciones más íntimas, escribe Freinet. El niño no se educa con arreglo a unas condiciones dadas de antemano; debe, antes que nada ser educado con arreglo a sí mismo, a sus posibilidades y a su dinamismo.       Pág. 97
Ø  Por eso la pedagogía Freinet, en lugar de cultivar los sentimientos de inferioridad, exalta la capacidad creadora de los niños e intenta ayudarles a triunfar y a tener plena conciencia de sus posibilidades. Y según Gilliard, el aburrimiento es más perjudicial, más inmoral que cualquiera otra cosa. Arruina cualquier educación debilitando la naturaleza al mismo tiempo, enerva todo disciplina, empobrece toda doctrina, hacer soso cualquier alimento, le quita todo sabor a la conciencia, diluye el alma. Lo importante es que el niño sienta el valor, el sentido la necesidad y la significación individual y social de lo que hace. Coincida o no con los criterios preestablecidos por la escuela, esta debe respeta el interés y el ritmo del niño, limitándose el educador a ayudante a avanzar en sus esfuerzos. Pág.98
Ø  No se trata por supuesto de suprimir olvidar o menospreciar los conocimientos o la enseñanza, sino de no recargar desenfrenadamente de ellos la educación; se trata de reforzar más los impulsos vitales de los alumnos, de preocuparse manos por la acumulación de conocimientos que por el proceso de su asimilación e integración: si sabemos exacta – y científicamente – lo que el niño dese, lo que puede digerir y asimilan en su momento dado, en las circunstancias partidarias que condicionan su vida personal, podemos permitirnos preséntale en los libros explicando pormenorizado o concentrado, el alimento ideal que espera. Ya hemos analizado como el origen de todos los conocimientos no es la razón sino la acción, la experiencia, el ejercicio; todo debe ser pasado por la experiencia de la vida y esta experiencia no puede ser buscada sino accionada. Una de las tareas esenciales de esta pedagogía del trabajo es crear una atmosfera de trabajo y elaborar. Experimentar y difundir las técnicas que transformando profundamente la educación, hagan este trabajo accesible a los niños, productivos y formativo.                Pág. 99
Ø  Llamo exclusivamente trabajo a esa actividad que se siente tan íntimamente ligada al ser que se vuelve una especia de función cuyo ejercicio tiene por sí mismo su propia satisfacción, inclusive si requiere fatiga o sufrimiento. La escuela tradicional, hipnotizada por la preocupación de enseñar, ha subestimado, desconocido y descuidado las fuerzas que llevan al niño a la verdadera educación; ha suplantado esas fuerzas sustituyéndolas por las disciplinas y normas de comportamiento y concebidas primero como rito de iniciación y después como educación para las clases ociosas impartidas en el marco artificial de las escuelas y colegios.          Pág.100
Ø  El juego-trabajo tiene la gran ventaja que satisface los principales requerimientos humanos: libera y canaliza la energía fisiológica y el potencial psíquico; tiene un fin compensatorio subconsciente; ofrece gran variedad de sensaciones; el trabajo y el esfuerzo que supone es acompañado de fatiga, temores, miedo, sorpresa… de una gama muy amplia de experiencias, en una palabra los juegos-trabajos son ejercicios tónicos, profundamente tranquilizadores, por un lado y socializadores, por otro, que predisponen al equilibrio y la armonía y preparan para la actividad social en el medio ambiente, pues el juego-trabajo es, por su mismo origen, normalmente colectivo.           Pág. 101
Ø  Y esta inversión se realiza ya en el punto de partida; en vez de concebir al niño como un ser que no sabe nada y al cual el maestro debe enseñar todo, la pedagogía Freinet parte de la tendencia natural del niño a la acción, a la creación, al expresarse y exteriorizarse; y sobre esta base intenta establecer el andamiaje de la adquisición de conocimientos.  La base de estos procesos no es cuestión de inteligencia, sino de acción, de formas vitales favorables a la exploración, de medio estimulante y facilitador, etc.         Pág. 103
Ø  Los métodos y técnicas Freinet posibilitan al niño aprender a leer y a escribir leyendo y escribiendo, aprende a dibujar dibujando, etc. Así pues, si la inteligencia no es el motor, sino el resultado de la experiencia; hay que dejar al niño experimentar, explorar, para que se formen su inteligencia y su razón. El niño debe atravesar todas las etapas del camino que da lugar a los procesos de nacimiento y desarrollo de la inteligencia, es una condición necesaria de su desarrollo armónico y de su potenciación; para que construya firmemente el edificio de su evolución deben armar sólidamente las bases y el andamiaje.
Ø  Por un lado, el instituto que es como la huella que deja en el niño, transmitida a través de las generaciones, los infinitos tanteos cuyo éxito ha permitido la supervivencia de la especia. Por otro, la permeabilidad a la experiencia a la experiencia, característica diferencial del ser humano, que hará posible el nacimiento y desarrollo de la inteligencia. El comportamiento se organiza por la sucesiva sistematización de experiencias logradas que, dese ese momento, forman parte de la naturaleza; una experiencia lograda a lo largo del tanteo exploratorio creo como un reclamo de potencia y tiene a reproducirse mecánicamente para transformarse en norma de vida. Cuando surge un obstáculo que estorba la realización de su destino, el niño hace sus tanteos exploratorios hasta que encuentra una brecha que le permita continuar la línea de su vida, conservando intacta, si no acrecentada, su capacidad de poder.
Ø  El tanto experimental es, como se ve, uno de los pilares de la pedagogía Freinet. Y por supuesto el único camino para lograrlo es desartificializar los procesos de adquisición y ceñirse a los métodos naturales, aquellos con los que todos hemos aprendido a hablar, andar y defendernos en la vida.  En educación no basta con efectuar algunas transformaciones formales; se trata de realizar una labor de remodelación que vaya al fondo del problema. Porque como se ha demostrado después de las reformas de la enseñanza no conducen más que a crear funcionarios. La labor de la educación será facilitar, estimular y ayudar a la expansión de las tendencias que parezcan buenas; hacer el interés más hondo de alumnos se aferre a las grandes tendencias vitales básicas.        Pág. 106
Ø  Como el mismo Freinet señala, el arte de la educación consiste en saber abrir – o saber servirse de – las brechas provechosas. El objetivo de la educación es promover el desarrollo del individuo con la ayuda de medio ambiente y del adulto. La preocupación educativa fundamental debe consistir en realizar dentro de la escuela un mundo que este verdaderamente a la medida del niño, que evalué su ritmo y responda a sus necesidades.           Pág. 107
Ø  Esta educación tienden en la pretensión de Freinet, a formar en el niño al hombre del mañana “obrero activo y consiente de una sociedad de progreso, de libertad y de paz”. La primera infancia es el periodo ideal para la impregnación educativa no solo porque se puede influir eficazmente en la construcción del niño, que se lleva a cabo en estas edades, sino porque este periodo es más posible remediar errores y corregir desviaciones. “Ser mayor no significa forzosamente estar por encima de los demás”.            Pág. 108
Ø  Tal y como lo defendía Don Lorenzo Milani, la preocupación esencial no tiene que ser “como debe enseñarse en la escuela, sino como debe ser uno para poder enseñar”.           Pág. 110
Ø  La preocupación educativa dominante no será, por tanto la manera de enseñar ni el contenido de los libros, ni la técnica formal de aprendizaje, sino la creación de un ambiente que haga posible el proceso de aprendizaje. El maestro tiene que dedicarse menos a enseñar y más a dejar vivir, a organizar el trabajo, a no obstaculizar el impulso vital del niño, sino a reforzarlo, darle alimento y medios de realización.   Pág. 111
Ø  Cada vez hay que contar menos con la erudición del educador y más con su capacidad para crear un medio favorable y facilitar la utilización óptima del material que se pone al alcance del niño. El papel del maestro, como se ve, es un papel esencialmente antiautoritario; su esfuerzo debe tener a sustraer al niño del dogmatismo y de los autoritarismos disciplinarios e intelectuales, a dar al niño conciencia de su fuerza y a convertirlo en actor de su propio porvenir en el seno de la gran acción colectiva.        Pág.112
Ø  Puesto que está al margen de la vida, la escuela no puede preparar para ella, pero como, de todas formas, el niño tiene que vivir, busca la forma de aprender a hacerlo fuera de la escuela: la escuela  ya no prepara para la vida ni sirve ya a la vida, siendo esta su condena definitiva y radical.      Pág. 113
Ø  En el niño separado de la vida por la escuela se crean dos zonas de vivencias, dos mundos distintos: el escolar y el real; las preocupaciones de uno no son las del otro; los comportamientos y la moral, tampoco: el niño no se comporta en la escuela cómo se comporta en la familia o en la calle. La escuela tradicional no respeta al niño. Fracasa, entre otros motivos, porque pretende cambiar el orden de las cosas. en lugar de dedicarse a provocar la sed de los niños, pretende hacerles beber sin tenerla, a troche y moche. El niño necesita unas actividades y tareas que se ajusten a sus necesidades e intereses y necesita libertad para realizar esas actividades y tareas según los procedimientos que le son naturales, independientemente de lo que el sistema escolar tenga establecido sobre lo que es proceso de adquisición de conocimiento.                     Pág. 114
Ø  Por otra lado, los manuales esclavizan también al maestro y le imponen la rutian y monotonía. Otras de las críticas obligadas a la escuela tradicional se refiere a su autoritarismo. Por la existencia misma de los métodos autoritarios el niño se ve obligado a reaccionar contra la autoridad, y el clima de inferioridad y subordinación al que se halla sometido le impulsa a defenderse sirviéndose de la desobediencia, las trampas y la hipocresía. Además, la disciplina escolar empuja al niño al egoísmo, a buscar ventajas para sí, a competir permanentemente con los demás niños a través del sistema de notas, calificaciones, etc.          Pág. 115
Ø  La escuela ocasiona el nacimiento de una serie de enfermedades escolares. Las fobias nacen y se desarrollan en la escuela como consecuencia de trastornos y traumatismos que surgen de una mala concepción de la disciplina y del trabajo.            Pág. 116
Ø  Con su característica prosa caustica Gilliard escribe: la escuela es, por excelencia, un taller de esterilización. Se le dan niños normales y ella se esfuerza en convertirlos en hombres retrasados. Pero la inadaptación intelectual, moral y técnica de ña escuela afecta también al maestro.           Pág. 117
Ø  La escuela nueva se ha quedado, según Freinet en la teoría. Además, su atmosfera es muy artificial, Freinet reprocha a los jardines de infancia y escuelas maternales modernas el que sean centros de aclimatación más o menos opulentos y provistos de todas las perfecciones técnicas posibles. Estas instituciones conceden, además, demasiada importancia al juego y no precisamente al juego que adapta y libera, sino a un juego artificial preparado de antemano por el educador; de esta forma, dice Freinet, la escuela nueva se ha fundado no sobre el juego verdadero sino sobre el placer, que son cosas muy distintas. La cuestión no es reemplazar la escuela austera y antinatural por una escuela divertida y alegre.        Pág.118
Ø  La libertad en materia de educación supone la posibilidad de elegir; si no se ofrece a los niños una gama lo suficientemente amplia de posibilidades de trabajo a su medida no puede haber elección y el sistema no puede funcionar. Por último, Freinet prefiere el nombre de moderna al de nueva porque insiste mucho menos en el aspecto de novedad que en el de adaptación a las necesidades actuales. Pág.119
Ø  Si se quiere acabar con la escuela que acaba de ser criticada, si se quiere buscar alternativas que se saquen a la educación del callejón sin salida en que se encuentran, no hay más remedio que cortar el mar de raíz y, como dice Freinet, cambiar la naturaleza de la escuela.         Pág. 120
Ø  La escuela debe ser modernizada, lo cual no quiere decir solamente que haya que comprar material nuevo o que se deba hacer participar más a los alumnos en el desarrollo de las lecciones o ejercicios, ni siquiera organizar cooperativas, editar un periódico i hacer prácticas de correspondencia; la modernización de la escuela implica, ante todo, una modificación de los conceptos de la educación, aprendizaje, enseñanza, cultura, etc. Frente a la concepción funcional de la educación (educar para pasar exámenes, obtener plazas o conseguir ascensos) y a la concepción capitalista (educar para producir, para perdurar), Freinet opone la verdadera finalidad educativa: El niño desenvolverá su personalidad al máximo en el seno de una comunidad racional a la que sirve y que le sirva. Como indica Freinet lo que falta no es el dinero, sino la conciencia de la necesidad de esta adaptación, la concepción del papel verdadero de la escuela, de su importancia decisiva en la vida de las personas y en la paz y prosperidad de los pueblos.         Pág. 121
Ø  Nuestro alumno – escribe Freinet – no será en absoluto lo que nosotros le hablemos enseñado a ser; no reflejara la imagen de las lecciones que le habremos impartido. Estará hecho a la imagen del medio que habremos sabido organizarle, impregnado: del ejemplo leal de estudio y de acción que le ofrezcamos. Esto implica que el estudio de memoria queda suprimido; sobre todo, se suprimen las notas y calificaciones, que, como escribe Freinet, son de las formas más inmorales de la realidad escolar tradicional; cada vez que el alumno hace todo lo que puede merecer la máxima calificación, cualquiera que sea el resultado. Pág. 122
Ø  Cuando los alumnos se entregan a trabajos que les interesan profundamente porque responden a sus necesidades funcionales, la disciplina se reduce a la organización de estos trabajos, sin requerir más que un mínimo de vigilancia que, la mayor parte del tiempo, es asunto del equipo o grupo.   Pág. 123
Conclusión:

Freinet nos dice que hay que cuidar al niño y hacen la comparación con un grano de trigo, hay que alimentarlo, que este en un ambiente apto, y satisfaciendo sus necesidades, este crecerá normalmente según su naturaleza; de no ser así, si no se satisficieron sus necesidades, no dice que el mismo individuo, buscara por si solo la forma de compensar esas deficiencias. Pero Freinet nos dice también que tenemos que confiar en la vida y pensar que esta es apta para que el individuo ascienda, si es que este no está deformado en sus actividades básicas. Creo que Freinet, nos habla mucho de la vida del individuo y como esta influye en la educación y más que nada en formar un carácter e individuos capaces de enfrentar el mundo y sus adversidades. ¿No educan para ser adultos o nos educan para enfrentar la vida?, la educación debe de ser para el educando, para él y sus necesidades. Un niño que desarrolla sus potencialidades tendrá un rendimiento óptimo.  Se hace mención del aburrimiento y eso es algo que he estado escuchando desde el comienzo de la carrera, captar la atención del alumno ya que si no es así, se pierde el interés por las cosas y la atención que nos tenía el alumno, desaparece y su cabeza comienza a pensar en otras cosas, el maestro debe respetar el ritmo de aprendizaje del alumno, sin perder en un mínimo su autoridad y control. Debemos buscar la manera de llegar al niño, por medio de lo que al le interesa. Las escuelas solo nos enseñan normas, reglas y con ellos piensan que nos educan, esta forma solo sirve para hacernos aprender reglas y seguirlas porque si no lo hacemos obtendremos un castigo, pero en realidad no aprendemos, por qué eso es incorrecto, a mi punto de vista demos explicar al niño el porqué de las cosas, bueno eso me hizo recordar sobre la otra clase que nos imparten, hace mención la maestra de que tenemos que mencionar lo bueno y lo malo, pero por qué eso está mal, si no el niño se reprime y piensa que eso el malo es. El niño tiene que tener iniciativa, aprender de la naturaleza de su alrededor. Debe desarrollarse para que piense y desarrolle su inteligencia. El niño aprende por naturaleza con forme crece, adquiere experiencias y aprende que sí y no debe de hacer, o que le servirá para bien. La educación es el desarrollo continuo. Se dice que los niños aprender mediante juegos, pero hay que diferenciar juego de placer, estas actividades llamadas juegos deben llevarnos a un objetivo. Se piensa que para tener educación efectiva debe modernizarse la escuela, esto no solo se refiere tecnológicamente, o cambiar muebles o modernizar los juegos, se refiere a tomar desde la raíz y buscar alternativas de aprendizaje y enseñanza. 

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